5.5.08

Historia corta de un vagón


Esta mañana en el tren de cercanias camino a la universidad iva sentado un hombre vestido de forma harapienta.
Huelga decir que como casi todos los lunes yo estaba de mal humor, por que es Lunes, porque me he levantado a las 6 de la mañana, porque no he podido dormir en el bus de vuelta, porque venía muy cargado a la universitad, etc... etc... se que no son más que menudencias, pero cuando se amontonan te amargan un poquito.

Más o menos a mitad de trayecto (a la altura de la estación de 'el Pozo'), este caballero se levanta y camina hasta el centro de el vagón. Se aclara la voz y anuncia:

'Damas y Caballeros, no les voy a contar la historia de mi vida, ni les voy a pedir dinero ni mucho menos les voy a cantar.
Simplemente quiero expresarles mi alegría de estar vivo y transmitirles mi sincero deseo de que hoy sean felices y que pasen un gran día.'


Acto seguido empezó a estrechar la mano a la gente, que como yo estaba estupefacta y reponiendose de este inusual arrebato de sinceridad y alegría.

Hasta yo le di la mano.
Pero no fué hasta mas tarde que me dí cuenta de que estaba sonrriendo de verdad a ese hombre.

Y pensé de él:


¿Loco o cuerdo?

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1 Comments:

Blogger E. Martin said...

El ser humano es como un eslogan de refresco para deportistas.

06 mayo, 2008 13:09  

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